PARASITOS IX
( MMS )
En 1996 el ingeniero estadounidense Jim Humble comenzó a
perfeccionar la aplicación de un suplemento mineral de extraordinarias
propiedades para la salud. Tras años de ajuste, perfeccionó la dosificación del
clorito de sodio para obtener notables efectos curativos e
inmunoestimulantes, a partir de su eficiencia oxidativa en el control de
parasitosis tropicales como la malaria. A través de Internet, Humble difunde sus
experiencias y transmite abiertamente todo el conocimiento necesario para que
todos puedan acceder a este suplemento, dado su bajo costo y alta efectividad.
Dado que el preparado está
disponible en Argentina, creemos conveniente difundir este
conocimiento, reproduciendo algunos conceptos de Jim Humble. Quienes deseen
profundizar en la historia del clorito y sus detalles técnicos, pueden acceder
gratuitamente a la obra completa de Humble, en:
www.jimhumble.biz -
www.bibliotecapleyades.net -
mms-salud.blogspot.com
-
www.mmsmexico.com.mx
En Argentina se puede conseguir tanto el
clorito de sodio como su activador, el
ácido cítrico. El clorito es reconocido como el mejor
desinfectante contra todo tipo de virus, bacterias, hongos y parásitos.
QUE ES EL CLORITO DE SODIO
Se trata de una solución salina con una química muy simple
(NaClO2). Al activar clorito de sodio con ácido cítrico, la
reacción genera dióxido de cloro (gas). Esta estructura (ClO2) actúa como
un fuerte oxidante y desprende todos los electrones que están debajo
de pH 7 (acidez). Los patógenos malignos (virus, bacterias, hongos y
parásitos) suelen ser anaeróbicos y tienen un pH ácido.
El dióxido de cloro actúa como una âmuniciónâ de gran calibre
para el sistema inmunológico, ayudándolo a atacar patógenos que normalmente no
puede vencer. Esto lo consigue a través de la interrupción de la síntesis
proteínica, rompiendo la pared celular del patógeno como si fuese efecto de una
explosión.
Por esto el dióxido de cloro es conocido como el más potente
asesino de patógenos. Se utiliza como desinfectante en industrias
alimentarias, hospitales, frigoríficos, potabilizadoras de agua, etc. Por más de
100 aáos, clínicas y hospitales han usado el clorito de sodio para esterilizar
pisos de hospitales, mesas y equipos; ahora este mismo poderoso eliminador de
patógenos puede ser aprovechado por el sistema inmunológico para eliminar, sin
riesgos, virus y bacterias causantes de enfermedades.
Es impresionante como el clorito de sodio, cuando se usa
apropiadamente, es utilizado por el cuerpo para atacar sólo aquellos
patógenos que le causan daáo y no afecta a ninguna bacteria útil o célula
sana. El clorito también oxida los metales pesados presentes en el
cuerpo (mercurio, plomoâŚ) y los venenos (picaduras, tóxicosâŚ),
facilitando su posterior eliminación del organismo. Después de dos horas en
el cuerpo, el clorito se convierte en sal común (ClNa) y no deja residuos
daáinos.
No confundir clorito de sodio con cloruro de sodio (sal de
mesa) ni con hipoclorito de sodio (lavandina). Esta última, por ejemplo, acaba
con los gérmenes por clorinación y no por oxidación.
COMO SE CONSUME
Básicamente se prepara en un vaso de vidrio, combinando
cada gota de clorito con cinco gotas de ácido cítrico. Se mezclan las
gotas moviendo el vaso y se espera 3 minutos para que se produzca la
reacción. El tiempo de la reacción no debe prolongarse más allá de 5 minutos.
Luego se agrega agua y se bebe enseguida. Hay quienes agregan algún jugo de
fruta para mejorar el sabor, pero no deben usarse frutas con vitamina C (como la
naranja) o jugos con ácido ascórbico (conservante), pues inactivan la reacción.
Uso sugerido
Esta forma de utilización es una herramienta más para combatir
parásitos, pero debido a su fuerte acción desparasitante, no se lo
sugiere como primer elemento de la secuencia, precediéndolo con el empleo de
otros recursos. Se realizan dos tomas diarias. Lo mejor es por la
noche, antes de dormir y por la maáana, 1 hora después del desayuno.
Para que no haya interferencias, siempre dejar al menos 1 hora desde la
ingestión de alimentos o 2 horas desde la toma de un medicamento.
Iniciar tomando 2 gotas de clorito (con las
correspondientes 10 gotas de ácido cítrico). En cada toma sucesiva
aumentar una gota de clorito hasta llegar al tope recomendado, de gota
cada 5 kg de peso (15 gotas en caso de 75 kg de peso). Esta relación es
aplicable también a niáos o animales mascotas.
En caso de advertir nauseas o mareos (umbral de toxicidad
debido a la mortandad de parásitos generada), es recomendable reducir 1 gota de
clorito en la siguiente toma. Si se presenta una diarrea fuerte reducir la dosis
en 2 a 3 gotas o eventualmente suspender la ingesta, prosiguiendo luego con otro
desparasitante del repertorio, para volver al clorito más adelante.
Finalizado el tratamiento tras haber llegado a la dosis
personal tope, se recomienda seguir con otra herramienta del proceso
desparasitante (tinturas, propóleo, arcilla, etc).
INTERACCIONES
No se recomienda usar el clorito conjuntamente con antiácidos,
ni con alcohol, pues intensifican su efecto. Del mismo modo, el uso de la
vitamina C y otros antioxidantes (como el café), debería alejarse todo lo
posible de la ingesta del clorito, pues reduce su efectividad oxidante. El
clorito no interactúa con medicamentos; de todos modos se recomienda separar su
ingesta al menos 2 horas.
CRISIS DEPURATIVA
Al incrementar la cantidad de gotas demasiado rápido se puede
presentar algún efecto desagradable como diarrea y a veces vómito.
Esto no es una mala seáal; son los síntomas del llamado efecto Herxheimer.
El cuerpo simplemente está desechando patógenos muertos y limpiándose en
profundidad. La persona se sentirá mucho mejor después de la diarrea, que no
es causada por ninguna bacteria o virus, ni es un efecto secundario. No se debe
tomar ningún anti diarreico; la diarrea desaparecerá sola cuando los
patógenos hayan abandonado el organismo.
EL SABOR DEL CLORITO
Hay muchas personas que desarrollan una aversión al sabor y
sobre todo al olor del clorito, pero hay formas de mitigar el problema. Al
activar el clorito se libera dióxido de cloro, gas volátil que se percibe
fácilmente por las fosas nasales, con un desagradable aroma a desinfectante.
Nuestra mente lo reconoce como no grato y el cuerpo se revela.
Para superar esto, basta controlar la respiración, es decir,
tomar aire antes de beber y tapar la nariz. También se puede aáadir jugo de
frutas en vez de agua, lo cual lo hace más soportable a largo plazo. Pueden
usarse jugos de manzana, uva o arándanos (no naranja por su contenido en
vitamina C), cuidando que no contengan ácido ascórbico (suele aáadirse como
conservante).
PURIFICANDO AGUA
El clorito de sodio es utilizado por su notable poder oxidante
y bactericida, para la purificación de aguas y la desinfección. Para potabilizar
agua, basta con agregar 2 ó 3 gotas por litro de agua, agitar bien y
dejar en reposo un par de horas, en recipiente destapado, para permitir que se
evapore el cloro antes de usar el agua.
PRECAUCIONES
Evitar exponer al aire, al sol ó a fuentes de calor. Evitar
inhalar sus vapores. Evitar el contacto con la piel y los ojos. Si ello sucede ó
en caso de derrames accidentales, simplemente enjuagar enseguida con
abundante agua. Si se deshidrata, el residuo sólido del clorito (polvo)
puede dar lugar a reacciones indeseables, como la combustión.
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