HIGADO IV
Testimonios de la limpieza profunda
Si bien cada persona experimenta distintas sensaciones y procesos, creemos útil
reproducir algunos testimonios que envía gente que hizo la limpieza y cuenta sus
impresiones. Al final incluimos unos testimonios españoles muy interesantes, con
links muy enriquecedores para quienes deseen profundizar el tema. La idea es que
los testimonios sirvan para despejar dudas y falsos temores. Estas experiencias
son un ejemplo de cómo los ciudadanos podemos desafiar, cuestionar y cambiar los
paradigmas equivocados que nos agobian; en este caso el anquilosado paradigma de
la salud. Informándonos, experimentando y poniendo manos a la obra, podemos
resolver nuestras historias. Como solemos decir en los talleres, solucionar un
problema de salud es apenas una parte del “premio”; lo más importante es que,
haciendo autogestión de nuestra salud, daremos un salto evolutivo y seremos
mejores personas, más autosuficientes, más dignas, más conscientes y más
comprensivas.
Permite que te comparta mi experiencia de la limpieza de
hígado. Recién termino con todo según detallas en la página web. Despedí miles
de piedras pequeñitas, del tamaño de una semilla de mijo, otras como el sorgo y
algunas como grano de maíz y muy poquitas algo más grande. Yo las imaginaba
duras, pero son algo blandas y es grasa fácil de distinguir porque flota y es de
color verde claro y oscuro. Me siento muy bien, muy fuerte y feliz de mis
resultados!!! Siento mucha paz y no me reconozco sin ansiedad!!! Una verdadera
bendición a mi vida y por supuesto a mí querida familia. Hasta pinté un mandala
acompañando en la tarea a nuestra niña de casi 10 años. Hoy realmente es un día
feliz para mí, hacia rato que no me reía y bromeaba con mi hija!!!
Susana
Le escribo para contarle que hice la limpieza hepática y de
vesícula. Despedí cientos de piedritas, muchos cálculos de color verde, pero
también muchos de color café. Me costaba creer lo que veía realmente. No le
puedo decir lo bien que me siento desde que empecé a hacer las limpiezas. Nunca
hubiese pensado que después de haber padecido tantos años con todo tipo de
malestares, hoy me sienta tan bien. Todos me ven mejor. Imagínese que aumenté 7
kg luego de 5 limpiezas, ya que estaba con muy bajo peso.
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Ayer hice mi 12ª limpieza hepática y para mi sorpresa despedí muchos más cálculos que en las 2 anteriores, unos 150 y 120 respectivamente. Pensé que esta vez estaría arrojando muchos menos, pero no, despedí más de 300 y bastante grandes. Yo me pregunto... ¿se terminarán algún día? Marisa
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Ayer hice mi 12ª limpieza hepática y para mi sorpresa despedí muchos más cálculos que en las 2 anteriores, unos 150 y 120 respectivamente. Pensé que esta vez estaría arrojando muchos menos, pero no, despedí más de 300 y bastante grandes. Yo me pregunto... ¿se terminarán algún día? Marisa
Procedí a realizar mi 7ª limpieza de hígado tras tomar durante
menos de un mes los extractos de artemisa y suico, y haber sufrido una crisis
curativa con cantidad de secreciones mucosas y un estado febril durante unos
días. Me sorprendió el material expulsado cuando ya creía que había eliminado
todas las piedras. Se trata de una estructura gelatinosa de 7x2cm, como sangre
coagulada, parecido al hígado de vaca de las carnicerías. Fue expulsada con
abundante sangre y una serie de filamentos. Parece que las piedras van
remitiendo en número y tamaño.
Felix
Felix
Ayer hice la limpieza de hígado y eliminé tal cantidad de
piedritas que no lo podía creer!!! Hoy me siento tan pero tan bien y tan
renovada que no puedo más que estar eternamente agradecida!!! Estoy liviana y
excelente, hasta diría que me siento más tranqui y estoy viendo las cosas de
otra forma (veo que eliminé muchos temas emocionales), espero que me dure esta
paz, de mi depende.
Carolina
Quince días antes de hacer la limpieza hepática, había ido al
oculista y me había recetado mayor aumento, por lo cual hice un nuevo par de
anteojos. Tras hacer la limpieza hepática, al ponerme los anteojos nuevos no
conseguía ver bien. Probé con los viejos y estaban bien. Solo lamento haber
gastado inútilmente en nuevos anteojos.
Mirta
Despedí muchísimos cálculos. Unos 300 en dos días. Una
veintena eran del tamaño de un garbanzo y el resto del tamaño de lentejas.
Carolina
Carolina
"Le comenté al médico lo de la limpieza hepática que estaba
haciendo y se rió de mí. Me dijo que limpiarse el hígado era imposible, que el
hígado no tiene piedras, que lo que yo despedí era el resultado de la mezcla
ingerida, que los conductos biliares miden 1 mm y que si intentara expulsar
piedras de casi 2 cm, no sólo sería algo absurdo, sino que se me rajarían los
conductos y el intestino delgado, me pondría amarilla y seguramente me moriría.
Y se quedó tan fresco el tío!!! Así que he investigado más. Él me dijo que los
conductos biliares miden menos de 1 mm pero investigué y suelen medir en adultos
normales entre 7 y 8 mm. La mayoría de los médicos (y, por tanto, de la gente en
general) no tienen ni idea que podemos desarrollar sedimentos o piedras (también
llamados cálculos) en los conductos hepáticos; no sólo en la vesícula sino
también en el hígado. ¿Por qué? Porque no se ven en las ecografías. Un hígado
graso que está empapado de colesterol, con los hepatocitos (células hepáticas)
rebosando de colesterol, se ve en las ecografías como blanco pero sólo cuando
está lleno se puede objetivar con una ecografía. Tan sólo las piedras duras
calcificadas se reflejan por llevar cristales. Las piedras más blandas
compuestas por colesterol o pigmentos de bilirrubina son transparentes a la eco
y no aparecen visibles. Por eso no se localizan fácilmente. Además, ¿cómo vamos
a formar cálculos de colesterol o bilis por solo tomar aceite de oliva? El
cuerpo no tendría tiempo material de formar esas piedras por tomar aceite.
Asimismo, ¿cómo se explica que no despidas más piedras a partir de la sexta
limpieza o más? Se las han llevado a analizar y son típicos cálculos de
vesícula. En fin, que no saben y su arrogancia les lleva a reírse de los
pacientes. Me dan pena... A mi hermana le diagnosticaron cálculos en la vesícula
con recomendación de operarse. Después de hacerse la limpieza volvió y le
dijeron que no tenía cálculos, que debía haber sido un error de diagnóstico....
Pero les enseñó la foto de la ecografía y se quedaron sin saber qué decir".
Noemí - Foro español sobre limpieza hepática -
http://foros.ecotienda.com
Ignacio del Barco es ciudadano español y paciente del Dr.
Santiago De La Rosa. El Sr. Del Barco estudió dos años medicina, trabajó para el
Insalud en el País Vasco y es experto en Matemáticas Biológicas pero, ante todo,
le interesa el comportamiento humano y su relación con la salud. Director
General de una consultora de inversiones y pensiones, su equipo mueve en todo el
mundo miles de millones de euros sobre los que tiene que decidir. Y como buen
autodidacta un día decidió abordar sus problemas de salud mediante una limpieza
hepática. Del Barco cuenta que durante años tuvo las transaminasas altas
(bebiera o no bebiera), el ácido úrico alto (con ataques de gota repetitivos
aunque eliminara las comidas susceptibles de provocar un aumento del mismo) y el
colesterol alto.
"Tengo un dato estadístico muy importante y es que las personas que fallecen de muerte súbita siempre presentan tres factores comunes: ácido úrico elevado, transaminasas elevadas y colesterol elevado. No por tenerlas así uno tiene que morirse, pero todo el que muere joven de muerte súbita las tiene. Yo tenía el colesterol en doscientos y pico, las transaminasas elevadas y el ácido úrico en diez. Y los tres están vinculados al hígado. Así que empecé la limpieza hepática para ver si funcionaba, como un puro experimento, porque las fotos que veía no acababan de convencerme. Es más, cada semana me hago una análisis para comprobar la evolución de los tres indicadores y cada año un test de intolerancia alimentaria. Bueno, pues en el laboratorio del Dr. Calderón se me detectó en el 2005 que había 34 alimentos a los que era intolerante. Y en el 2006 el resultado se repitió. Por eso el pasado marzo decidí aceptar el consejo del Dr. De la Rosa y hacerme una limpieza hepática. Desde entonces he expulsado cálculos crema (que son de colesterol) y verdes (de colesterol y bilis). Sólo me falta expulsar los negros endurecidos. Así que voy a seguir con las limpiezas cada mes, que es lo que aconseja Moritz, hasta que no quede ninguna. Y es que los resultados están ahí. No sólo mi estado general es mejor sino que los propios análisis lo corroboran. El último análisis de transaminasas me da 81, cuando antes estaba en 126, el ácido úrico estaba en 10 y ahora está en 9,12, el colesterol estaba en 220 y ahora está en 166. Y sólo soy intolerante a 17 alimentos en lugar de 34. Y no porque haya dejado de comer los alimentos que me sientan mal, pues no ha sido así; comerlos ha formado parte de mi propio experimento. A mi juicio demuestra la importancia de la limpieza hepática también en el caso de las intolerancias alimentarias. Debo decir además que me siento con mucha más energía y una sensación de liviandad que probablemente se deba a la disminución del tamaño de mi hígado. Y es que me habían diagnosticado una hepatomegalia (aumento anormal del tamaño hepático) con hígado graso. Hay que seguir a rajatabla el protocolo. Que no se le ocurra a nadie no hacerlo así, porque puede acabar en el hospital. El día de la limpieza, por ejemplo, no se debe tomar más que fruta, avena con agua y ensalada. No se deben ingerir ni siquiera frutos secos porque en ese caso se necesitaría bilis para su digestión, la presión biliar sería menor y la expulsión de los cálculos, al salir mucho más secos, podría ser dolorosa. Asimismo, si no se dejan pasar al menos un mes entre limpieza y limpieza uno se arriesga a tener problemas. Yo decidí probar, la repetí sólo una semana después de la primera y tuve un ataque de gota por no dejar que los riñones tuvieran tiempo de eliminar por completo los fragmentos minúsculos que pueden pasar a través de la sangre a los riñones. Dejar pasar sólo una semana es un enorme error. Las limpiezas se deben distanciar como mínimo entre quince días y un mes. Sin olvidar que antes de cada una de ellas hay que hacer una limpieza intestinal previa. En suma, hay que seguir todos los pasos del protocolo sin excepción".
El doctor Santiago de la Rosa agrega: "Debo decir que esta experiencia no sólo le ha permitido a Ignacio mejorar su cuadro clínico -los niveles de transaminasas, ácido úrico y colesterol- sino que emocionalmente está menos irritado, estresado y ofuscado, que es lo que genera el hígado según la Medicina Tradicional China. Y su experiencia debería también servirnos de enseñanza. Porque es verdad que todos aprendemos cada día algo nuevo, pero intuyo que esta vez la enseñanza es muy importante. Se nos ha enseñado que nuestro principal laboratorio orgánico, el hígado, puede limpiarse con drenadores homeopáticos o fitoterápicos, pero ahora sabemos también que, llegado el caso, podemos someterle a una limpieza general a fondo que incluya la eliminación de los cálculos intrahepáticos. Algo realmente importante, sobre todo cuando otras posibilidades terapéuticas hayan fallado". Extracto del testimonio publicado en Discovery Salud - http://www.dsalud.com - Junio 2008
"Tengo un dato estadístico muy importante y es que las personas que fallecen de muerte súbita siempre presentan tres factores comunes: ácido úrico elevado, transaminasas elevadas y colesterol elevado. No por tenerlas así uno tiene que morirse, pero todo el que muere joven de muerte súbita las tiene. Yo tenía el colesterol en doscientos y pico, las transaminasas elevadas y el ácido úrico en diez. Y los tres están vinculados al hígado. Así que empecé la limpieza hepática para ver si funcionaba, como un puro experimento, porque las fotos que veía no acababan de convencerme. Es más, cada semana me hago una análisis para comprobar la evolución de los tres indicadores y cada año un test de intolerancia alimentaria. Bueno, pues en el laboratorio del Dr. Calderón se me detectó en el 2005 que había 34 alimentos a los que era intolerante. Y en el 2006 el resultado se repitió. Por eso el pasado marzo decidí aceptar el consejo del Dr. De la Rosa y hacerme una limpieza hepática. Desde entonces he expulsado cálculos crema (que son de colesterol) y verdes (de colesterol y bilis). Sólo me falta expulsar los negros endurecidos. Así que voy a seguir con las limpiezas cada mes, que es lo que aconseja Moritz, hasta que no quede ninguna. Y es que los resultados están ahí. No sólo mi estado general es mejor sino que los propios análisis lo corroboran. El último análisis de transaminasas me da 81, cuando antes estaba en 126, el ácido úrico estaba en 10 y ahora está en 9,12, el colesterol estaba en 220 y ahora está en 166. Y sólo soy intolerante a 17 alimentos en lugar de 34. Y no porque haya dejado de comer los alimentos que me sientan mal, pues no ha sido así; comerlos ha formado parte de mi propio experimento. A mi juicio demuestra la importancia de la limpieza hepática también en el caso de las intolerancias alimentarias. Debo decir además que me siento con mucha más energía y una sensación de liviandad que probablemente se deba a la disminución del tamaño de mi hígado. Y es que me habían diagnosticado una hepatomegalia (aumento anormal del tamaño hepático) con hígado graso. Hay que seguir a rajatabla el protocolo. Que no se le ocurra a nadie no hacerlo así, porque puede acabar en el hospital. El día de la limpieza, por ejemplo, no se debe tomar más que fruta, avena con agua y ensalada. No se deben ingerir ni siquiera frutos secos porque en ese caso se necesitaría bilis para su digestión, la presión biliar sería menor y la expulsión de los cálculos, al salir mucho más secos, podría ser dolorosa. Asimismo, si no se dejan pasar al menos un mes entre limpieza y limpieza uno se arriesga a tener problemas. Yo decidí probar, la repetí sólo una semana después de la primera y tuve un ataque de gota por no dejar que los riñones tuvieran tiempo de eliminar por completo los fragmentos minúsculos que pueden pasar a través de la sangre a los riñones. Dejar pasar sólo una semana es un enorme error. Las limpiezas se deben distanciar como mínimo entre quince días y un mes. Sin olvidar que antes de cada una de ellas hay que hacer una limpieza intestinal previa. En suma, hay que seguir todos los pasos del protocolo sin excepción".
El doctor Santiago de la Rosa agrega: "Debo decir que esta experiencia no sólo le ha permitido a Ignacio mejorar su cuadro clínico -los niveles de transaminasas, ácido úrico y colesterol- sino que emocionalmente está menos irritado, estresado y ofuscado, que es lo que genera el hígado según la Medicina Tradicional China. Y su experiencia debería también servirnos de enseñanza. Porque es verdad que todos aprendemos cada día algo nuevo, pero intuyo que esta vez la enseñanza es muy importante. Se nos ha enseñado que nuestro principal laboratorio orgánico, el hígado, puede limpiarse con drenadores homeopáticos o fitoterápicos, pero ahora sabemos también que, llegado el caso, podemos someterle a una limpieza general a fondo que incluya la eliminación de los cálculos intrahepáticos. Algo realmente importante, sobre todo cuando otras posibilidades terapéuticas hayan fallado". Extracto del testimonio publicado en Discovery Salud - http://www.dsalud.com - Junio 2008
Respuesta a la pregunta ¿es normal no expulsar nada en la
primera limpieza? “Es normal. Mi mujer tiene 42 años, es vegetariana, hace
muchos años, como yo, y tampoco expulsó nada en sus dos primeras limpiezas, nada
visible. En cambio en la tercera, cuando ya estaba muy desanimada, pensando que
ella no tenía sedimentos, soltó una cantera! ¿Qué pasó? Probablemente, si partes
de un buen estado de salud, como el caso de mi mujer, los sedimentos están más
duros e incrustados en el cauce de salida de los jugos hepáticos. Hay que
ablandarlos bien antes de que se muevan y salgan. En realidad es todo un proceso
mecánico, de arrastre de sedimentos hacia afuera, poco a poco, en sucesivas
limpiezas. Lo que pasa que expulsar a la primera, anima a la gente a continuar
con más entusiasmo. Yo tampoco expulsé nada en mis dos primeras limpiezas, salvo
barrillo blanco, como perdigones, si bien en bastante cantidad. Pero como estaba
mal, seguí haciendo limpiezas hasta que se ablandó todo, y es notable lo que
expulsé en la tercera! A ti te pasará igual. Toma mucho jugo de manzana fuera de
las comidas, o mejor, compleméntalo con acido málico y verás como en un par de
veces despides un buen montón. No te desanimes, pues aún estás preparando el
terreno. Pronto verás tus piedras, seguro, pues hasta ahora todos las han
expulsado”.
Carlos - Foro español sobre limpieza hepática -
http://lalimpiezahepatica.blogspot.com
Tengo 53 años y desde chico tuve problemas de salud
relacionados con el hígado (urticaria, hepatitis, psoriasis). Por casualidad, en
una reunión de trabajo una persona menciono a Néstor Palmetti y a su libro
Cuerpo Saludable; me causó curiosidad e ingrese a su página en Internet. Cuando
vi el título “Limpieza Hepática Profunda”, pensé: “que interesante, ningún
médico me lo había dicho”. Leí todo el artículo, el método me pareció muy
sencillo y las personas que daban testimonio de haberlo hecho me terminaron de
convencer y me dije “esto lo hago”. Así fue como a los cinco días comencé a
tomar el jugo de manzana. Las indicaciones son exactas, todo se fue dando de la
manera descripta y lo mas asombroso e impactante sucedió cuando vi las piedras
que largue, fue tremendo! La primera vez fueron como trescientas (9/9/09), la
segunda unas cuatrocientas (8/10/09), la tercera otras cuatrocientas (19/12/09)
y la última fueron unas cuarenta piedras (21/1/10), que pueden verse en las
fotos. Me imagino que es mucho mas saludable que estas piedras estén fuera y no
dentro del organismo, ahora me siento más “desinflamado”, “deshinchado”.
Rubén Martínez, Lomas de Zamora (Buenos Aires)

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